Historia
Legado y futuro
El Parque Municipal París Londres conserva algunas características de su pasado en lo que se refiere a cierto tipo de infraestructura que ha sido preservada.
Pero también es un parque que mira al futuro, pues la vegetación plantada a partir de 2021 conjuntamente con un buen manejo de riego y un sistema completo de mantenimiento, trae la visión de un lugar rebosante de árboles y otras especies de gran valor biológico a corto y mediano plazo.
A su vez, hacia el comienzo de 2023 el parque cuenta con especies que fueron donadas por representantes de nueve países a través de sus embajadas, así como de la Unión Europea, en un espacio que lleva el nombre de «Paseo de las Naciones»
Ejemplos de ello son un Arce Azucarero donado por Estados Unidos, un Ceibo donado por Argentina, un Lapacho Amarillo de Paraguay, un Enebro Común de Suiza, un Timbó donado por la Unión Europea, un Alcornoque de Portugal, un Olivo donado por Italia, un Abedul de Rusia, un Cerezo de Jardín donado por Japón, y finalmente donó un Ibirapitá donado por el Reino Unido.
A través del tiempo...
La consolidación de este predio como espacio de esparcimiento y recreación no tuvo exenta de controversias. Originalmente propiedad de la empresa Pereira & Compañía, titular de la firma París-Londres, su posible adquisición a través de un préstamo para transformarlo en espacio de uso público, acaparó durante años la atención de las autoridades municipales y del público en general.
Tras años de negociaciones y un sinfín de polémicas, finalmente en 1930 los propietarios ceden en préstamo el espacio, que por entonces contaba con un único ingreso a través de un puente de madera ubicado en calle Guayabos.
Si bien no contaba con infraestructura y servicios, los sanduceros comenzaron a usarlo en forma habitual. Tras este breve periodo, las autoridades departamentales tomaron la decisión de restituirlo a sus propietarios.
Pereira & Compañía decide donar el predio para uso público. Posteriormente, cesiones de terrenos contiguos por parte de familias sanduceras como los Horta, Verocay, Máscolo y Fraschini, sumado a la compra de otros terrenos, no solamente posibilitaron la habilitación de un ingreso desde el oeste, sino también la anexión definitiva del arroyo Sacra, que se constituyó en uno de los principales atractivos del flamante parque.
Ese año, por resolución municipal, pasó a denominarse “Parque Municipal”
Se asigna a un muy joven arquitecto Oscar M. Garrasino, director de Urbanismo Municipal, la planificación de un zoológico dentro del predio del parque.
La decisión obedeció a la llegada de ciervos y venados, cedidos por un particular y por la Intendencia de Montevideo. La urgencia se solucionó con un pequeño espacio cercado y se concretó la construcción de algunas pajareras.
También ese año se introdujeron otras mejoras, se construyó un pórtico hacia calle Montevideo, se reforzó el parquizado y se incorporó servicio de agua potable.
El antiguo puente de madera sobre calle Guayabos fue sustituido por una estructura de cemento, quedando consolidados dos ingresos al predio.
Ese año, el intendente José Arturo Verocay dispuso la introducción de nuevas mejoras, que incluyeron instalación de más equipamiento, juegos infantiles y baños públicos, así como la generación de un embalse en el arroyo Sacra, junto a la “Casita”, para posibilitar baños recreativos.
También se construyó el puente sobre calle Monte Caseros, lo que se constituyó en el tercer ingreso al parque.
Los alrededores del “Parque Municipal” son objeto de varias intervenciones viales, consolidando el proceso de urbanización de toda esta zona.
Se pavimentaron calles y se generaron sistemas de alcantarillado, al tiempo que se jerarquizó la principal avenida de acceso: Parkway. Además, se pavimentó la caminería interna del Parque.
Se extiende un periodo que conjugó grandes transformaciones y momentos de estancamiento.
Por estos años se añadieron atractivos como una cancha de baby fútbol e incluso una pista de motocross, pero el hecho más significativo fue la inauguración, el 6 de enero de 1980, del Parque Zoológico, que pasó a albergar una gran diversidad de especies, incluidos leones.
En 2016, luego de años de controversia, el zoológico cerró sus puertas, los animales fueron trasladados y el Parque Municipal se introdujo en un nuevo periodo de grandes transformaciones.
